LA EDAD DEL RESTO DE NUESTRAS VIDAS
En cierta ocasión alguien le preguntó al astrónomo Galileo Galilei: Maestro ¿cuántos años tienes? Ocho o diez, respondió en evidente contradicción con su barba blanca. Y luego explicó… Tengo en efecto los años que me quedan de vida, porque los vividos ya no los tengo, como tampoco se tienen las monedas que has gastado.
Crecemos en sabiduría si valoramos el tiempo como Galileo.
Decimos siempre, con asombro ¡cómo pasa el tiempo! Pero, en realidad, somos nosotros los que pasamos.
El astrónomo italiano sabía que aquí estamos de paso.
Somos peregrinos y es bueno pensar en la meta que nos espera al final. La certeza de que nuestro caminar terreno tiene un final, es el mejor recurso para valorar más cada minuto de nuestra vida. Así podremos aprovechar lo único que tenemos: el presente. Conviene disfrutar cada día como si fuera el último.
El ayer ya se fue y el mañana todavía no ha llegado… Aprovecha el hoy.
La vida no te está esperando en ninguna parte, la vida está sucediendo. Nuestra vida no está en el futuro, como una meta que has de alcanzar, está aquí y ahora, en este mismo momento… En tu respirar… En la circulación de tu sangre… En el latir de tu corazón… Cualquier cosa que seas, es tu vida y si te pones a buscar significados en otra parte, te la perderás.
Por tanto, no importa que te amen o que te critiquen, te respeten, te odien o que te difamen, que te conozcan bien o que te crucifiquen, porque la mayor bendición que puede haber en tu existencia es ser “tú mismo”.
Cada uno es el autor de su propia historia y hay una página nueva a escribir cada día.
Para los sabios la felicidad no está en tener lo que uno quiere, sino en querer lo que uno tiene. Hagas lo que hagas el mundo te está esperando.
“No podemos hacer grandes cosas. Solo podemos hacer pequeñas cosas con mucho amor” (Madre Teresa de Calcuta).
El éxito no llega mientras esperas. Cada día hay gente ordinaria que hace cosas extraordinarias. El éxito reside en cada uno. Solo en el diccionario la palabra éxito está delante de la palabra trabajo.
Ningún hombre sabe a donde va, a no ser que sepa exactamente donde ha estado y como ha llegado a donde está.
Teresa de Calcuta dijo una vez a alguien que le preguntó cómo era su vida:
“La vida es una oportunidad, APROVÉCHALA.
La vida es belleza, ADMÍRALA.
La vida es una bendición, DISFRÚTALA.
La vida es un sueño, HAZLO REALIDAD”
Un miembro de Vida Ascendente
– Te invitamos desde aquí a unirte a uno de los Grupos de Vida Ascendente de nuestra Parroquia. El jueves 27 de diciembre tendremos una Oración de Navidad para todos los que queráis participar en ella, en la Adoración al Santísimo, a las 6 de la tarde.