Peregrinación JUBILAR A ROMA

Parroquia de San Pascual Baylon. Febrero de 2025

Promovida por nuestro párroco, D. José Maria Taberner, nos reunimos unos 40 feligreses para realizar una peregrinación a Roma con motivo del Jubileo de la Esperanza de este año 2025.

La peregrinación se realizó del 11 al 16 de febrero y ha sido organizada por la agencia “Preferisco il Paradiso” con Ester Villota y Susa Martínez como responsables durante el viaje. El recorrido ha sido Roma, Asís, Loreto, San Giovanni Rotondo y nuevamente Roma.

 

Llegamos al aeropuerto de Roma a las 12:00 aproximadamente y tras una comida y breve descanso en la casa general de la Salle, fuimos a pasear por el barrio del Trastevere. Visitamos Santa Maria del Trastevere, uno de los primeros lugares de culto en Roma construida en el año 350 con ampliación en el 1140, con sus magníficas columnas de granito rojo recicladas de las termas de Caracalla y el extraordinario pavimento de piedra formando dibujos.

2.Roma. Interior de la iglesia de Santa María in TrastevereTambién visitamos la iglesia de Santa Cecilia y celebramos la eucaristía en la pequeña y acogedora iglesia de San Benito (Benedetto). En la homilía nos recordaron la opinión de Chesterton sobre San Francisco y San Benito como los mayores reformadores de la Iglesia, uno en la evangelización y el otro en el monacato de Occidente.

Frente a la Iglesia, al otro lado del Tíber, está la Gran Sinagoga de Roma con fotos en la verja de los rehenes del atentado de Gaza.

 

Al día siguiente, miércoles, salimos en autobús a la ciudad de Asís (Assisi) y nos alojamos en la hospitalitá Santa Tecla situada en un cerro con mucho arbolado y vistas sobre Asís, el monte Subasio y La iglesia de Santa María de los Ángeles. Dentro de esta iglesia se encuentra la Porciuncula, la ermita de la primitiva comunidad de San Francisco.

En el viaje Ester nos comenta una idea de la agencia consistente en que cada peregrino se convierte en el ángel de otro elegido al azar, con el compromiso de rezar por su “protegido” durante el viaje. El último día se descubre la identidad de cada ángel y se realiza un pequeño obsequio.

Después de comer recorremos a pie la ciudad medieval entrando por la Porta Nuova en la parte alta. Visitamos primero la iglesia gótica del siglo XIII de Santa Clara, fundadora de la rama femenina de los franciscanos, con la tumba de fundadora y el crucifijo pintado que habló a San Francisco en la ermita de San Damián.

En la plaza del obispado está la iglesia de Santa María Mayor y el palacio episcopal. En esta iglesia se conserva el cuerpo del santo más reciente de la Iglesia, San Carlo Acuti, informático e “influencer» por Dios, fallecido de leucemia a los 15 años. Recordamos una de sus frases más conocidas “todos nacen como originales pero muchos mueren como “fotocopias”.

En esta plaza es donde Pietro Bernardone, padre de San Francisco, le exigió públicamente a su hijo la devolución de sus bienes y éste lo hizo y además le entregó la ropa que tenía puesta.

Después nos dirigimos a la Basílica donde rezamos con emoción en la sencilla tumba de San Francisco situada en una cripta de la iglesia inferior y rodeada por las urnas de cuatro de sus primeros discípulos: León, Rufino Ängel y Mateo. Celebramos la eucaristía en la capilla de San Buenaventura, en la homilía se nos recordó la llamada de Cristo a reconstruir Su Iglesia, que San Francisco interpretó en un principio referida a la ermita de San Damián. Al terminar la celebración era la hora de cierrre de la Basílica de manera que paseamos por la zona exterior de la misma. El conjunto de la Basílica está formado por una iglesia inferior y otra superior comunicadas y un gran plaza alargada porticada. La Iglesia inferior terminada en 1230 tiene planta de doble “tau” porque esta letra simboliza la Cruz tan querida por San Francisco. Las dos iglesias tienen magníficos frescos en las paredes y techos del pintor Giotto, el desconocido “Maestro de San Francisco”, Pietro Lorenzetti y otros.

El jueves celebramos la eucaristía a primera hora en la pequeña capilla del alojamiento y después nos dirigimos a Asís para admirar los frescos de la Basílica. En la Iglesia inferior, sobre el altar, tenemos las “cuatro velas” que representan las virtudes franciscanas; castidad, obediencia, pobreza y el triunfo de San Francisco. En la Iglesia superior, en los laterales, están los 28 frescos de Giotto que representan la vida del santo, entre ellos el primer Belén y el sermón a las aves.

Después nos trasladamos en autobús al Santuario de la Virgen en Loreto. En este Santuario se conserva la casa de la Virgen trasladada en el año 1291 en barco por los cruzados cuando se retiraron de Tierra Santa por el avance musulmán. La Santa Casa de Nazaret estaba adosada a una gruta con tres paredes de cerramiento, estas paredes son la reliquia que se conserva en Loreto. Las paredes son de piedra hasta una altura de 2 metros aproximadamente y se han recrecido con ladrillo local. El traslado fue iniciativa de la familia Angeli, cuyo apellido dio pie a la leyenda piadosa de que la casa había sido trasladada por los Ángeles.

Loreto es un gran centro de espiritualidad mariana al que han peregrinado Juan XXIII, Juan Pablo II y Francisco. Juan XXIII encomendó a la Virgen en Loreto el Concilio Vaticano II.

Al terminar subimos al autobús para recorrer 320 km llegando a las 2200 a San Giovanni Rotondo, el pueblo donde está el convento del Padre Pio.

La mañana del viernes estuvimos recorriendo la iglesia y el convento del padre Pío y después rezamos el Vía Crucis por un parque precioso situado muy cerca del convento. En el convento se conserva el cuerpo del padre Pío, la celda extremadamente austera donde vivió y el crucifijo ante el que rezaba. Se respira un ambiente especial que invita a la oración y meditación. Gran cantidad de peregrinos de todo el mundo rezan y se celebran misas continuamente en los diferentes idiomas.

Al terminar el Vía Crucis nuevamente al bus para recorrer los 380 km hasta Roma. El recorrido nos lleva de la costa adriática a la mediterránea, cruzando por tanto los Apeninos, que están completamente nevados, por una autovía con muchos túneles. Durante el viaje recibimos un librito con el Via Crucis comentado por el Padre Pío regalo de un parroquiano anónimo. ¡Gracias!

En Roma celebramos la eucaristía en Chiesa Nuova, templo de grandes dimensiones con una recargada decoración barroca. Las capillas laterales están decoradas con buenos cuadros, especialmente una copia del “Descendimiento” de Caravaggio.

El sábado por la mañana nos dedicamos al turismo por libre en la ciudad de Roma pero nos citamos en la iglesia de Santiago y Monserrat para celebrar la eucaristía previa a la peregrinación a la Puerta Santa. La iglesia está situada cerca de plaza Navona en la via de Monserrato. Se trata de una iglesia española en Roma regentada por monseñor Jaime Brosel natural de Alfara del Patriarca.

D. Jaime nos explicó detalladamente la historia del templo, su arquitectura y las funciones que desarrolla. La iglesia tiene magníficos frescos en las capillas laterales estando una de ellas dedicada a la exaltación de la Inmaculada donde entre otros personajes se han representado a Mahoma, Pelagio y Lutero, tres no católicos que tenían devoción a la Virgen.¡Ecumenismo!

La iglesia cuenta con un fondo bibliográfico de más 70.000 documentos en fase de catalogación y acoge sacerdotes realizando trabajos de doctorado.

La misa fue concelebrada por el rector y nuestro párroco y en la homilía explicaron el significado y la importancia del año jubilar. A continuación nos dirigimos a Vía della conciliazione para iniciar la procesión parroquial a la Puerta Santa del Vaticano. La citada vía es una avenida amplia que parte del Tiber y termina en la plaza de San Pedro. Se ha habilitado un carril en un lateral para que procesionen los grupos del Jubileo. La organización se lleva a cabo por voluntarios y en el inicio se nos facilita una Cruz que llevamos por turno los peregrinos mientras avanzamos rezando y llevando en nuestras oraciones a toda la comunidad parroquial. Llegados a la Puerta Santa la cruzamos como símbolo de nuestro espíritu de renovación y esperanza. Una breve visita a la Basílica de San Pedro y regreso a la casa de la Salle.

Después de la cena descubrimos quienes eran los Ángeles y se ofreció un obsequio a cada “protegido”.

El domingo eucaristía en la iglesia del alojamiento, que tiene todas las capillas dedicadas a santos de los Hermanos de La Salle, y traslado al aeropuerto con lo que finalizó esta peregrinación jubilar de la parroquia.

Gracias a Chusa y Ester por su organización y atenciones durante el viaje, a nuestro párroco por su asistencia espiritual y al conjunto de peregrinos que con su espíritu religioso y de convivencia han hecho de esta peregrinación una experiencia inolvidable.

 

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